“Represento a políticas jóvenes asediadas por la estigmatización”: Jennifer Arias

“Represento a políticas jóvenes asediadas por la estigmatización”: Jennifer Arias

La nueva presidenta de la Cámara de Representantes, del Centro Democrático, responde a las críticas por el pasado de su familia, le dice a la oposición que tendrán garantías y niega nexos con empresas de aviación llaneras y narcopilotos.

Jennifer Arias, representante del Centro Democrático, fue escogida como presidenta de la Cámara en esta última legislatura, una con tinte preelectoral. Con 34 años, en su discurso de posesión recalcó que su elección es un mensaje contundente para las mujeres y los jóvenes.

En entrevista con El Espectador, aseguró que la plenaria volverá a sesionar de forma presencial, que promoverá acciones en favor de la región de la Amazorinoquia y reiteró que le dará garantías a la oposición para el debate democrático. Respondió también a las críticas por los líos con la justicia de sus familiares y negó tener alguna relación con narcopilotos, como le increpó una investigación de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).

Usted es la presidenta de la Cámara en la última legislatura del Congreso, que es también un año preelectoral. ¿Qué expectativas tiene?

Estoy muy agradecida con Dios, con mis compañeros por darme esta enorme responsabilidad y este privilegio de ser la tercera mujer presidenta de la Cámara de Representantes.

¿A cambio de qué los otros opcionados de su partido se hicieron a un lado y apoyaron su aspiración a la dignidad que ocupa hoy?

No fue una negociación. Mis compañeros entendieron que era muy importante mandarle un mensaje al país, a las mujeres y a los jóvenes. Esa fue la razón por la que ellos acompañaron mi postulación.

Pero se supo que se intercambiaron apoyos, como el suyo a la precandidatura de Edward Rodríguez, y que se el ministro del Interior abogó por usted en una reunión…

No hubo ningún tipo de intercambio. Logramos que en aras de la colectividad y de enviarles un mensaje a las mujeres y los jóvenes, el partido tomó esa decisión, sin ninguna contraprestación.

Germán Blanco, saliente presidente de la Cámara, le apostó a legitimar la virtualidad. ¿Cuál será la bandera de su presidencia?

Nuestra bandera será recuperar la imagen de la Cámara de Representantes, porque para la institución es necesario recobrar su importancia. Además contarle a la ciudadanía qué es lo que hacemos: utilizar herramientas digitales para acercarnos a la gente de una manera más amena, pero también más contundente. Ese debe ser nuestro principal objetivo y, por supuesto, sacar adelante los temas legislativos.

¿Se la va a jugar por las sesiones completamente presenciales?

Sí, vamos a citar de manera presencial. Estamos ajustando los sistemas de votación, que estaban dañados por un tema interno. Esperamos que en 15 o 20 días podamos votar de manera presencial. Estamos coordinando eso con la dirección administrativa, que es la encargada de revisar el tema de las medidas de bioseguridad y las aseguradoras del Congreso, pero esperamos que nos den pronto una respuesta de cómo lo vamos a hacer, si nos reuniremos en el mismo salón o en dos salones. Ellos ya están trabajando en ese tema y seguramente volveremos de manera apropiada.

¿A qué temas le dará prioridad como presidenta? Ha hablado de trabajar por los jóvenes y las mujeres…

Primero debo hacer una reunión con todos los voceros de los partidos para saber cuáles son las prioridades de las colectividades del Congreso. Hay que empezar por ahí. Tenemos muchos proyectos pendientes para debatir, pero la idea es discutir los que las bancadas consideren más importantes.

En el Congreso hay además varios proyectos de ley que buscan trabajar contra las violencias de género. Creo que es fundamental sacarlos adelante. Uno es sobre el acoso laboral, el otro es para tener casas refugios para las mujeres. Adicionalmente, creo que hay que ir a las regiones, apoyar los procesos de participación de las mujeres. Tenemos pronto las elecciones a los consejos juveniles, y creo que es la oportunidad para decirles a las poblaciones que aspiren al poder.

El representante David Racero, de los Decentes, expresó su desconfianza y temor porque piensa que usted no tiene talante democrático, lo que afectaría a la oposición. ¿Qué responde?

Podrán tener la tranquilidad porque se les darán las garantías a todos para participar. Eso sí, de una manera respetuosa. Soy parte de la Comisión Séptima y en ella hay cinco miembros: dos de las Farc, dos verdes y uno de Dignidad. Con ellos he tenido la mejor relación para dar un debate democrático a pesar de las diferencias. Ese es el mejor ejemplo de lo que podemos debatir.

¿A qué se refería Racero cuando dijo que en una ocasión usted no fue democrática?

La verdad desconozco la razón por la cual David Racero dijo eso, pero esperemos que se pueda lograr que ellos se sientan con las garantías.

Ángela María Robledo dijo que su presidencia no representaba a las mujeres excluidas y que por eso no era un triunfo para aquellas que no son parte de la hegemonía del poder. ¿Qué opina?

Me parece que los congresistas debemos respetarnos entre las diferencias. Entonces, que a ella no le guste o no comparta mis ideologías no significa que pueda determinar a quién puedo o no representar. Represento a muchas mujeres jóvenes que se han visto asediadas, muchas veces, por acoso, estigmatización, temas que terminan afectando su vida laboral y personal. Y si estoy en el Congreso es porque precisamente lo hago con eso que nos dio la democracia que se llama el voto popular.

Usted es una de las pocas representantes de la Amazorinoquia, una región que necesita protección ambiental. ¿Con qué se compromete, dado que además usted viene de una familia ganadera?

Uno no puede estigmatizar las actividades productivas. Lo que debemos hacer es buscar que estos sectores que dan empleo y generan riqueza y economía en los municipios, lo hagan de una manera responsable. Respecto a la Amazorinoquia, tenemos muchísimos retos. Algunos se pueden abordar desde el legislativo pero otros necesitan del apoyo del Gobierno nacional. La conectividad vial, aérea, internet, es un punto crucial para mi región. También debemos apuntarle a generar empleo porque este territorio no tiene mucha industria. Entonces no solo son proyectos de ley, sino también a través de la comunicación con gremios y empresarios para que inviertan en el territorio y el turismo.

¿Y en lo ambiental?

Hemos aprobado dos leyes: la de delitos ambientales y la de transición energética, esta segunda busca que Colombia migre hacia el uso de energías limpias. Ahora, la deforestación es un delito muy grave que en mi región y departamento del Meta ha aumentado, pero también se ha hecho un trabajo mancomunado grande. En el Meta, respecto al primer trimestre del año pasado se redujo en un 36 %.

Su partido no acompañó la ratificación del Acuerdo de Escazú, fundamental para la existencia de una legislación ambiental. ¿Con qué cara se habla de proteger el medioambiente?

Creo que hay que revisar muy bien el Acuerdo de Escazú y sanear todas las dudas que tienen no solo los partidos en el Congreso, sino también en el sector productivo, que ha mencionado sus preocupaciones frente a ello. Resolviendo las dudas podemos avanzar en esa discusión.

¿Qué relación tiene con empresas de su región como Llanera de Aviación, investigada por lavado de activos?

No tengo ninguna relación con esa empresa ni con ninguna compañía de aviación a manera personal o económica. Los productos de la Amazorinoquia se mueven por transporte de carga, un sector que durante la pandemia vivió situaciones críticas. Si estas empresas se quiebran, lo que termina pasando es que se desconecta la mitad de Colombia. Como representante he ayudado para resolver algunas problemáticas de esas compañías, como el incremento de las pólizas que aseguran esas aeronaves.

¿Pero sí le hizo lobby a ese tipo de empresas para que se reunieran con el presidente Duque y el exsenador Uribe?

Cuando arrancó la pandemia ellos me buscaron para les ayudara con la situación tan complicada.

Samuel David Niño y Juan Camilo Cadena fueron pilotos de Llanera de Aviación, le hicieron vuelos oficiales a la campaña de Duque de 2018 y se supo que transportaban cocaína en otros vuelos.

Samuel Niño es hermano de Hernán Gómez Niño, quien fue nuestro candidato a la Gobernación de Meta en 2015. En 2019 Hernán pidió aval por el Centro Democrático, luego perdí comunicación con él. Después de eso ocurrió el hecho de su hermano, que nadie sabe qué pasó. La información que dio la familia en un principio es que él estaba desaparecido. Samuel no tiene investigaciones abiertas, ni aquí ni en el exterior.

Se han hecho especulaciones al respecto, pero nosotros no teníamos conocimiento de que tuviera relación con algún delito. Se han dicho muchas mentiras tratando de enlodar mi nombre, el del presidente Duque y Uribe, y de su familia. Respecto al otro piloto, no tenemos ninguna relación con él, porque es absolutamente antiuribista.

Usted es cuestionada por los líos de uno de sus hermanos, capturado en 2007 por narcotráfico en Estados Unidos, y los de su padre, condenado en 1993 por homicidio. ¿Qué le dice a la gente?

Le respondo con una reflexión. En Colombia, 110 mil personas han estado detenidas en los últimos 10 años. Además de eso, vivimos un proceso de paz que trajo consigo miles de desmovilizados. La pregunta es si algún miembro de alguna familia de esas personas quisiera aspirar a ser presidente, alcalde o gobernador, ¿tendríamos el derecho de decirle que no lo puede hacer por las situaciones de su familia? Pienso que no. No podemos hablar de paz y reconciliación cuando estigmatizamos a las personas porque su familia cometió algún error.

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