Las dos cuentas en Turquía y Grecia a nombre de las Farc
EE. UU. tiene evidencia de que algunos de sus miembros buscaron sacar del país US$ 500 millones.
El 9 de mayo de 2018, el Departamento de Justicia le hizo llegar una solicitud de cooperación judicial a Colombia, a través de la embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Requerían a dos agentes del CTI para que participaran en una operación encubierta que buscaba recoger pruebas en contra de una organización que quería sacar del país 500 millones de dólares para lavarlos.
Fuentes federales le dijeron al diario EL TIEMPO que la carta fue la oficialización de una reunión previa que la DEA tuvo en Colombia con al menos tres funcionarios de alto nivel de la Fiscalía.
Ese día les contaron que un banquero estadounidense, de origen argentino, los había contactado ofreciéndoles una información clave sobre las Farc.
Según narró, miembros de esa guerrilla lo habían contactado –a través de un abogado– para ofrecerle una jugosa comisión a cambio de que les ayudara a ejecutar una megaoperación de lavado de activos.
La misión del CTI era la de ayudar a mover los 500 millones de dólares, encaletados en la selva, producto del narcotráfico.
Para ese momento, ya avanzaba una segunda operación encubierta por parte de agentes federales, que implicaba a ‘Jesús Santrich’ en la venta de varios kilos de coca que la DEA entregó para hacerlo caer.
De hecho, El Espectador viene revelando apartes de más de 24.000 audios sobre ese episodio –la antesala de la huida de alias Santrich–, dejando al descubierto datos inéditos.
En el caso del operativo del blanqueo de los 500 millones de dólares, este llegó a oídos de la justicia colombiana cuando ya estaba bastante avanzado.
Semanas después, y cuando el banquero ya era colaborador de la justicia de Estados Unidos, agentes de la DEA hicieron otro movimiento clave.
Acompañaron al abogado que los miembros de las Farc habían delegado a abrir dos cuentas en Grecia y en Turquía. Se eligieron esos países por tener bajos controles y porque a los miembros de las Farc se los habían recomendado.
La Fiscalía aceptó poner a disposición de la DEA a los agentes del CTI para que acompañaran la sacada de los dólares desde el sur del país a un puerto al norte. La idea era que de allí saltaran a un puerto Europeo y luego a las cuentas en Grecia y Turquía.
El chantaje
Lo que a la DEA quería saber era cómo los miembros de las Farc iban a traerlo de vuelta para irrigarlo a la economía colombiana. De hecho, la DEA estaba dispuesta a que el dinero no saliera de Colombia y ellos ponían una suma idéntica para completar el circuito del lavado.
La operación se tardó en arrancar mientras se decidía si, una vez incautada la plata, iba a reparación de las víctimas de las Farc o a las arcas del Tío Sam. En el entretanto estalló el caso ‘Santrich’ y los intermediarios de las Farc se silenciaron. Pero Estados Unidos sabe quién era el emisario y de quién era el dinero.
De hecho, les llamó la atención los mensajes que están enviando los miembros de las disidencias, amenazando con contar secretos sobre oro, bienes y caletas de líderes desmovilizados.
P/UNIDAD INVESTIGATIVA EL TIEMPO