Vacunados en EE. UU. culpan a los que no quieren vacunarse de prolongar pandemia
Siguen activos muchos sitios de de vacunación COVID-19 en Estados Unidos, pero el ritmo de inmunización ha bajado.
La última ola de Covid-19 en Estados Unidos se dispara por la variante delta: muchos estadounidenses se sienten frustrados ante la negativa de otros compatriotas de no querer inmunizarse. Los culpan de que la pandemia no se haya ido.
La última ola de covid-19 en Estados Unidos, impulsada por la variante hipercontagiosa delta, ha despertado frustración entre las personas vacunadas, que culpan a quienes no se han inmunizado de prolongar la pandemia y echar por tierra la posibilidad de un verano (boreal) libre de restricciones sanitarias.
“Es casi como si no les importara el resto del mundo. Están siendo egoístas y egocéntricos”, dijo a la AFP Alethea Reed, una administradora sanitaria de 58 años en la capital, Washington.
Enfadada por no haber podido convencer a su propio hermano de vacunarse, Anne Hamon, de 64 años, asegura que la situación es “muy frustrante”, sobretodo porque ella y su esposo tienen condiciones físicas que les hacen correr más riesgos en caso de contraer covid-19.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron esta semana que las personas vacunadas volvieran a portar mascarillas en gran parte del país, lo que atizó la rabia entre quienes creen que sus vidas se están viendo alteradas por las decisiones de otros.
El 60,2% de los adultos de Estados Unidos tienen la pauta completa de vacunación, muy por debajo del 85-90% que los epidemiólogos consideran ahora necesario para contener el virus, a pesar de que las vacunas están disponibles desde hace meses.
Y las estadísticas muestran marcadas diferencias políticas y regionales entre los que aceptan y rechazan la vacuna anticovid: la menor tasa de inmunización se encuentra en estados con voto republicano en el sur del país, y la más alta en el noreste liberal.
Hasta hace poco, la conversación en torno a los reticentes a las vacunas se centraba en aliviar sus preocupaciones, facilitando al máximo las vacunas anticovid e impulsando la demanda mediante regalos y sorteos.
Pero ahora “la comprensión se convirtió en impaciencia y los incentivos en consecuencias”, dijo a la AFP el exredactor de discursos republicano David Frum, que recientemente escribió un artículo titulado “Vaccinated America has had enough” (Los estadounidenses vacunados están hartos) en la revista The Atlantic.
El jueves, el presidente Joe Biden anunció que los millones de trabajadores federales del país tendrían que vacunarse o someterse a pruebas periódicas y llevar mascarillas, siguiendo las medidas similares adoptadas por los estados de California y Nueva York.