¿Torre Inclinada de Pisa podría caerse pronto? Esto dicen estudios
La estructura lleva siglos en pie a pesar de varias circunstancias geográficas en su contra
La Torre Inclinada de Pisa es uno de los destinos turísticos más recurrentes en Italia. Millones de personas han posado extendiendo sus manos como si la sostuvieran, pero si en algún momento esta podría caerse sigue siendo un interrogante.
Ubicada en Pisa, Italia, la Torre es uno de los cuatro edificios del complejo ‘Campo dei Miracoli’, que en español sería Campo de los Milagros, compuesto por una catedral, un baptisterio, el cementerio Campo Santo y el campanario, más conocido como la Torre de Pisa.
¿Cómo comenzó su construcción?
Su construcción empezó en 1173, pero tardó casi dos siglos en acabar debido a que se hicieron muchas pausas a causa de las guerras.
Sin embargo, fue poco tiempo después de que se comenzó la construcción, cuando ya se veían los primeros pisos, que se notaba una inclinación causada por el suelo, que no era ideal para construcciones.
La solución que se presentó en el momento fue construir cada piso en un ángulo que permitiera corregir la inclinación, lo cual solo causó que se inclinara más.
Para 1370, cuando finalizó su construcción, la torre se inclinaba 1,6 grados hacia el sur. Sin embargo, hubo un momento en que la torre llegó a una inclinación de 5 grados.
Sobre quién pensó y comenzó la obra, hasta el día de hoy hay registros confusos. La estructura tardó tanto en estar lista que pasó por muchas modificaciones de arquitectos que buscaban corregir el error.
Han existido también muchas sugerencias de reconstruir la Torre en algún otro lugar de Italia, pero todas las propuestas han sido rechazadas, pues el gobierno considera que la importancia del campanario también radica en la ubicación que tiene y en su inclinación. La tarea, en ese sentido, es protegerla, no corregirla.
Debido a su importancia turística, el gobierno de Italia ha tomado medidas a lo largo de los años para evitar la catástrofe que podría representar su caída. Por esto, en 1990 nombró un comité para que presentara soluciones que evitaran una mayor inclinación.
Debido a esto, en 1993 el comité decidió colocar 600 toneladas de plomo en la base del lado norte, puesto que su inclinación era hacia el sur.
Sin embargo, la idea no dio resultados prontamente, por lo que decidieron utilizar tubos largos para eliminar el suelo del lado norte, lo cual sí causó que se inclinara un poco hacia la derecha, dándole mayor estabilidad a la estructura.
Han existido muchos estudios intentando contestar esta pregunta. Sin embargo, la respuesta continúa siendo inconclusa. La mayoría de los análisis intentan comprender por qué la estructura sigue en pie con tal inclinación.
Según análisis realizados por Gabriele Fiorentino, un investigador en el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Bristol, Reino Unido, hay varios aspectos que podrían asegurar la estabilidad de la torre.
Por un lado, la estructura logró asentarse al suelo inestable en el que está construido porque, como se mencionó anteriormente, su construcción tardó alrededor de 200 años, además del hecho de que la forma en la que está construida, con una base más gruesa que su mitad, le permite una mayor estabilidad.
Por otro lado, el mismo suelo que causó su inclinación también le permite un tipo de protección de los movimientos sísmicos a la estructura, que la afectan con menor fuerza que a otras.
Las investigaciones sobre la estabilidad de la Torre continúan al día de hoy, al igual que los programas de prevención del gobierno italiano para mantener uno de sus lugares turísticos más transitados, viables y seguros para las personas que visitan el país.