
Territorio sin ley: habitantes de Arauca denuncian abandono total de las autoridades
El departamento de Arauca enfrenta una creciente crisis de inseguridad que ha puesto en jaque la tranquilidad de sus habitantes. Comunidades enteras denuncian el abandono absoluto por parte de las autoridades en las principales vías del departamento, las que en su momento eran corredores viales estratégicos hoy están convertidas en escenarios de miedo, violencia y desprotección total.
Los habitantes de municipios como Tame, Fortul, Saravena y Arauquita, han elevado su voz en diversos espacios comunitarios, reuniones con líderes locales y medios de comunicación regionales. Denuncian que las carreteras se han convertido en zonas de alto riesgo, donde los robos, extorsiones, amenazas y restricciones de movilidad son pan de cada día.
Uno de los focos más críticos es la vía Flor Amarillo – Betoyes , Puerto Jordán donde los transportadores, campesinos y ciudadanos en general afirman que aun las autoridades sabiendo que allí se presenta un alto índice de hechos ilegales contra la población civil, no se han tomado acciones concretas para contrarrestar los grupos criminales.
“Las autoridades ya no patrullan las carreteras. Se quedaron encerradas en sus guarniciones, mientras nosotros quedamos a merced de la delincuencia“, señala Luis Carlos Martínez conductor de un vehículo de servicio público que a diario debe transitar por esta vía nacional.
Esta percepción se ha generalizada en todo el territorio, y aunque las autoridades locales argumentan falta de personal o condiciones de riesgo para actuar, la comunidad considera inaceptable que el Estado renuncie a garantizar la seguridad , justo cuando más se necesita.
Es de advertir que Arauca es uno de los departamentos más militarizados de Colombia, pero que su inacción hace que los grupos armados y delincuencia se fortalezcan, a diario se escuchan quejas que el ejército y la policía en lugar de defender a la ciudadanía, han optado por encerrarse en sus guarniciones, denuncia que hasta el mismo alcalde de Arauca Juan Quenza hizo un enérgico llamado a las autoridades para que no se escondan y salgan a defender a los ciudadanos.
Prueba de la inseguridad que se vive en Arauca son los secuestros, extorsiones y constantes ataques a la población civil, como el ocurrido ayer en inmediaciones del puente “Guadalupe Salcedo” entre Betoyes y Flor Amarillo, donde sujetos armados atacaron a bala a un vehículo tipo camioneta, dejando herido a su conductor, quien fue trasladado al hospital del Sarare, y horas más tarde fue sacado en contra de su voluntad por desconocidos, esta persona además de tener una herida de gravedad se encuentra retenida y a la fecha las autoridades han guardado silencio.
La situación no solo afecta la integridad física de los ciudadanos. La inseguridad en las vías ha desencadenado una grave crisis económica y social . Los productores rurales han disminuido el transporte de sus cosechas por el temor que sienten, asimismo la comunidad teme viajar por este corredor vial porque no cuentan con las garantías que el estado debe ofrecer.
El panorama es tan desalentador a tal punto que, muchos habitantes sienten que Arauca ha sido olvidada por el resto del país, que tienen una fuerza pública diezmada, inactiva y encerrada.
Líderes comunitarios y organizaciones sociales han hecho diversos llamados urgentes al Gobierno Nacional, al Ministerio del Interior, a la Defensoría del Pueblo y a los organismos internacionales de derechos humanos para que intervengan con carácter inmediato.
La grave situación de inseguridad en las vías de Arauca no es solo un síntoma del abandono institucional, sino una alerta urgente sobre la fragilidad del Estado en zonas históricamente olvidadas. La comunidad ya ha hablado claro: necesita protección, presencia real y respuestas concretas. Seguir ignorando este clamor ciudadano es condenar a miles de araucanos a vivir bajo el miedo y la incertidumbre.