¿Cómo asumen la seguridad en la campaña política de Arauca?

¿Cómo asumen la seguridad en la campaña política de Arauca?

Solo en la primera semana de enero de 2022, el departamento de Arauca ya reportaba 27 asesinatos, 57 familias desplazadas, dos mil personas con riesgo de desplazamiento inminente y 50 desaparecidas, y el panorama con el correr de los días no fue alentador, en un año que tiene de por medio las elecciones legislativas y presidenciales.

Según el ministro del interior, Daniel Palacios, en declaraciones que dio después de un consejo de seguridad realizado la semana pasada, 86 homicidios se han presentado en el departamento en lo que va corrido del año.

Al mismo tiempo destacó que a pesar de estas cifras, en Arauca se ha avanzado en la reducción del homicidio y también en la garantía de seguridad para los candidatos, en especial para quienes van a aspirar a las curules para las víctimas, y resaltó que el 100% de los 16 candidatos a esas curules tienen protección por parte de la Unidad Nacional de Protección.

Por otro lado, la Misión de Observación Electoral (MOE) halló que para las elecciones de 2022, 319 municipios del país (el 28%) presentan riesgo por factores de violencia que puedan impactar de forma directa e indirecta el proceso electoral. Por primera vez desde el 2010, este indicativo presentó un incremento. Este año nueve municipios más ingresaron a la lista de riesgo, respecto a las elecciones del 2018.

“Vemos con muchísima preocupación el incremento y escalada de violencia que se está dando precisamente antes de las elecciones que parece que no va a cesar. Nos preocupa que el Eln no haya anunciado un cese al fuego y que esto pueda terminar afectando procesos electorales en  Arauca o Chocó”, advirtió la MOE.

Al mismo tiempo, la MOE atribuye este hecho a la reconfiguración y disputa por el control territorial por parte de los grupos armados al margen de la Ley, fenómeno que precisamente se está dando en las mismas regiones en las que se esperaba que el impacto del Proceso de Paz contribuyera a la disminución de la violencia.

Y puso como ejemplo la situación en Arauca, en donde cinco de sus siete municipios se encuentran en riesgo extremo y dos en nivel alto: Puerto Rondón y Cravo Norte. El Frente 10 de las disidencias de las Farc, así como el Eln y la cruzada de sus acciones terroristas, tienen secuestrada en su propio territorio a la población civil.

Older Cáceres, del partido Polo Democrático, se encuentra en la lista del Pacto Histórico para la Cámara de Representantes. Fue víctima de un atentado en 2000 por parte de dos milicianos de las Farc, en el municipio de Arauquita, que le dispararon en seis ocasiones, con la fortuna de que un solo impacto le dio en la pierna derecha. Posteriormente ha sido amenazado en varias ocasiones y ha tenido que sufrir la experiencia del desplazamiento.

Recuerda que en la época del atentado, las Farc habían dado la orden, desde el secretariado, de que todo el que aspirara y no renunciara a los cargos era objetivo militar. “Yo era ingenuo, acababa de llegar de Bogotá de estudiar mi licenciatura en teología y no calculaba que eso se fuera a dar porque yo no me había metido con nadie y no había tenido problemas de carácter legal. En el concejo de Saravena éramos 13 y asesinaron a dos de mis compañeros. A mí me tocó renunciar a mitad de periodo e irme para Bogotá a trabajar”.

Oportunidades

Con resignación, Cáceres dice que después de más de 20 años, la situación  no ha cambiado. “La juventud no encuentra oportunidades de empleo, no tiene facilidad en un programa de vivienda para tener el techo para su familia y todas esas falencias y debilidad institucional y falta de política para el desarrollo integral y sostenible de Arauca, hace que la gente siga cayendo en la pobreza, y donde hay pobreza, hay hambre, y donde hay hambre, hay salidas desesperadas”.

Asegura que la única seguridad con la que cuenta es la fe que le tiene a Dios, “teniendo en cuenta la connotación especial de orden público le solicité a la Unidad Nacional de Protección dos unidades de escolta y una camioneta, pero no es blindada. Si todos salimos corriendo y no le ponemos el pecho a la brisa a quién le dejamos esta tierra”.

Otro candidato a la Cámara es Germán Rozo, por la lista del Partido Liberal, quien aseguró que hasta el momento han tenido unos desplazamientos tranquilos, eso sí, los hacen de día, en la noche prefiere evitarlos. También aclaró que en las zonas rurales no están haciendo actividad política. “Al no tener esquema de seguridad preferimos abstenernos de ir a esos sitios y esto impide que la campaña tenga el ritmo que nosotros deseábamos”.

“En el caso mío solicite protección de la Unidad Nacional de Protección, pero se me negó porque me dijeron que este tipo de seguridad es para personas que hayan sido amenazadas, nosotros no hemos recibido ninguna amenaza”, relató.

Para Rozo, sin embargo, el gran problema que ha tenido durante la campaña es la poca asistencia a sus encuentros con la gente. “Debido a los hechos violentos que se han presentado en los últimos meses la población se encuentra muy atemorizada y en gran parte de los municipios no quieren salir a las reuniones de carácter político, tienen mucho miedo, ellos creen que si se reúnen más de 10 personas eso puede generar problemas debido a que la guerrilla ha amenazado a los líderes comunales y sociales. En algunos municipios como Fortul o Puerto Rondón no se sale a eventos masivos, la gente está temerosa”.

Candidatos de circunscripciones

Karen Manrique es avalada por la Asociación de Víctimas Intercultural Regional de Tame, Arauca. En el año 2000, con 10 años de edad, tuvo que salir de una finca donde vivía con su familia entre Tame y Puerto Rondón, por enfrentamientos entre los grupos guerrilleros.

Veintidós años después, la situación no ha cambiado mucho, aunque destaca que entre 2017 y 2018 se vivió una paz inusual en el departamento que los llevó a tener esperanza. “El 2 de enero de este año, aunque antes ya se sentía tensión en el ambiente y este año estalla de nuevo el conflicto y pues en realidad es muy triste ir al campo y escuchar a las personas que hablan del miedo, la zozobra, las dificultades de no poder cultivar sus tierras porque se escucha y se dice que están minadas las montañas, los terrenos, es muy triste porque yo sigo siendo campesina”.

En cuanto a la seguridad durante su campaña: “En los primeros ocho días de enero no se pudo trabajar, no se pudo ir al campo, precisamente en los municipios que han sido más golpeados por la violencia. En este ejercicio sí se han visto limitaciones para algunos territorios donde las comunidades son las que nos invitan a participar en reuniones, algunos nos previenen y nos dicen ‘no vengan porque la situación está pesada’”.

Yahir Corredor, otro de los candidatos a las curules de paz, quien en tres ocasiones ha sido víctima de atentados, calificó la campaña de dura. “Con este conflicto que se está viviendo entre las dos guerrillas no podemos salir al campo, no podemos salir a decirle a la gente cuál es nuestra propuesta. Hay muy poca pedagogía sobre lo que son las circunscripciones, yo he ido a las veredas más seguras, pero se encuentra uno con que no hay Fuerza Pública ni nada que lo proteja a uno, solo un esquema que tengo que no me da la seguridad de salir a hacer ese trabajo”.

De esta manera los candidatos sufren en carne propia la zozobra que tiene la población araucana en medio de esta situación de violencia en plena campaña electoral.

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