
Arauca asegura más de $85.600 millones para transformar sus vías y comunidades
Las inversiones aprobadas priorizan a los municipios PDET de Arauquita, Tame y Fortul, que concentran gran parte de las necesidades en conectividad vial y acceso a infraestructura básica.
El departamento de Arauca comienza a escribir un nuevo capítulo en su historia de conectividad y desarrollo. Gracias a la reciente aprobación del OCAD Paz, se destinarán más de 85.600 millones de pesos a proyectos de infraestructura vial y bienestar social en los municipios de Arauquita, Tame y Fortul, territorios incluidos en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
Este logro es el resultado del liderazgo del gobernador Renson Martínez Prada, quien, en trabajo articulado con los alcaldes municipales y la Agencia de Renovación del Territorio, consolidó una gestión que hoy se traduce en inversiones históricas para la región.
En Arauquita, la obra prioritaria será el mejoramiento de la vía Oasis – Santa Isabel, con una inversión de 38.500 millones de pesos. Son 12,5 kilómetros que representan mejores condiciones de movilidad para campesinos, transportadores y familias que dependen de esta ruta para comercializar productos y acceder a servicios básicos.
En Tame, se invertirán 28.500 millones de pesos. De esa suma, 22.080 millones se destinarán a la pavimentación de la vía El Plato – Morichal de Bochalema, una conexión estratégica con Rondón, mientras que más de 6.400 millones servirán para la construcción de 60 viviendas para comunidades indígenas, en un acto de compromiso con la equidad y la dignidad.
En Fortul, la inversión supera los 18.600 millones de pesos, orientados a la pavimentación de 5 kilómetros de la vía Caranal – Caño Flores, fundamental para fortalecer el transporte de productos agrícolas y ganaderos, y dinamizar la economía local.
Con estas apuestas, la administración departamental liderada por Martínez Prada envía un mensaje claro: cuando hay gestión, articulación y compromiso, los resultados se convierten en oportunidades tangibles para la gente.
El reto ahora será garantizar la ejecución transparente y efectiva de cada proyecto, de modo que los recursos se traduzcan en desarrollo real y mejoras visibles en la vida de los araucanos.