
Patrullero cordobés asesinado en Saravena, Arauca, fue despedido con honores
En medio de la grave crisis de orden público que vive Arauca, la Policía rindió un sentido homenaje al patrullero cordobés Juan David Pérez Bechara, una de las víctimas del ataque armado ocurrido el pasado 3 de septiembre en Saravena.
La violencia que azota al departamento de Arauca volvió a dejar luto en la institucionalidad. El pasado 3 de septiembre, en el municipio de Saravena, un ataque armado contra unidades de la Policía Nacional terminó con la vida del intendente Jaime Moreno y del joven patrullero Juan David Pérez Bechara, de apenas 20 años, oriundo de Canalete, Córdoba.
En memoria de este último, la Policía de Córdoba realizó en las últimas horas un homenaje póstumo en el Comando Departamental. En la ceremonia, compañeros, superiores, autoridades civiles y la comunidad se reunieron para exaltar el compromiso del uniformado con la seguridad del país y su entrega al servicio de la patria. “Durante el acto se destacó su profundo sentido de deber y valentía”, informó la institución, bajo la dirección del coronel Elkin Corredor.
El asesinato de los dos policías se produjo en medio de una ofensiva de violencia que desde hace semanas mantiene bajo zozobra a la región del Sarare. Saravena, junto a municipios como Arauquita y Fortul, se ha convertido en escenario constante de enfrentamientos, hostigamientos y ataques perpetrados por grupos armados ilegales que disputan el control territorial y las economías ilícitas.
El caso de Pérez Bechara ha generado una fuerte reacción en su tierra natal. La Alcaldía de Canalete expresó un mensaje de solidaridad con sus familiares y resaltó la valentía de un joven que, con tan corta edad, perdió la vida en cumplimiento del deber. “La Alcaldía lamenta profundamente este hecho que enluta a nuestro municipio y al país entero”, señaló la administración local.
Este nuevo episodio de sangre refleja la crítica situación que atraviesa Arauca, donde el accionar de los grupos armados organizados continúa cobrando vidas y poniendo en riesgo la estabilidad regional. Mientras tanto, las autoridades mantienen operativos para intentar contener la escalada violenta, aunque la población civil sigue siendo la más afectada por la permanente inseguridad.