“Guerra Abierta en Arauca: Alias Antonio Medina Declara la Guerra al ELN y Amenaza a la Sociedad Civil”
En un video reciente, alias Antonio Medina, comandante del Frente 28 de las disidencias de las FARC, lanzó una contundente advertencia al Ejército de Liberación Nacional (ELN), declarando la guerra por el control territorial en Arauca. En su mensaje, Medina acusó a la sociedad civil de colaborar con el ELN y advirtió que, para evitar más derramamiento de sangre, no les queda otra opción que confrontar militarmente a sus rivales.
Arauca ha sido un territorio marcado por la violencia desde hace décadas, con un aumento significativo en los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC desde 2022. Este año se registraron más de 300 homicidios, convirtiéndose en el más violento desde la firma del acuerdo de paz en 2016
La lucha por el control de la región se intensificó tras el regreso de las disidencias de las FARC, que intentan recuperar su influencia en áreas donde habían sido desplazadas previamente por el ELN.
La Amenaza de Alias Antonio Medina
Alias Antonio Medina ha lanzado advertencias que intensifican la tensión en Arauca. Su facción delincuencial busca consolidar su poder y controlar no solo el territorio sino también las comunidades locales.
Medina hizo un llamado directo a empresarios, transportadores y periodistas que supuestamente colaboran con el ELN, instándolos a abandonar Arauca para evitar represalias.
Esta amenaza ha generado un clima de miedo e incertidumbre entre los habitantes de la región, muchos de los cuales se sienten atrapados entre dos fuegos.
Según informes, los habitantes de varias veredas están siendo forzados a colaborar con los grupos armados, enfrentándose a represalias severas si se niegan.
Esta situación ha llevado a un estado de confinamiento para muchas comunidades, donde la movilidad está restringida y los líderes sociales viven con miedo constante.
Impacto en la Población Civil
La población civil es la principal víctima de este conflicto. Las comunidades se ven atrapadas entre las disputas de estos grupos armados, lo que les impide llevar una vida normal. Muchos líderes comunitarios han sido asesinados o amenazados por negarse a alinearse con uno u otro grupo criminal.
La violencia ha creado un ambiente de terror donde las Juntas de Acción Comunal (JAC) son blanco de ataques, y muchos presidentes de estas organizaciones han optado por no asumir sus cargos debido al riesgo involucrado.
Perspectivas futuras
La política del gobierno colombiano hacia una “paz total” enfrenta serios desafíos en Arauca. La reconfiguración del conflicto tras el acuerdo de paz parece haber dado lugar a una nueva ola de violencia en lugar de la estabilización esperada. Con el aumento de la actividad guerrillera y la falta de una presencia estatal efectiva para proteger a los civiles, el futuro para Arauca sigue siendo incierto.
La situación requiere atención urgente tanto a nivel local como nacional para abordar no solo los síntomas del conflicto, sino también sus causas subyacentes, como la pobreza y la falta de desarrollo social e institucional en la región.