El billonario costo fiscal del acuerdo entre camioneros y Gobierno con el diésel
Aunque el fin del paro fue una buena noticia, lo pactado con gremios profundizaría el déficit de los combustibles, según estudio del Banco de Bogotá.
Cuatro días de marchas y bloqueos, dos jornadas de negociación y un combustible: el diésel. Como pocas veces, el diésel fue materia de una intensa discusión la semana pasada, por cuenta del paro de transportadores. Tras las conversaciones entre Gobierno y gremios, que permitieron la pronta normalización de la movilidad en las carreteras del país y, con ello, el abastecimiento de alimentos, combustibles y medicinas represadas, el debate sobre qué hacer con el precio del diésel quedó aplazado para 2025.
El combustible ya subió $400 el pasado 7 de septiembre y volverá a incrementarse en $400 el próximo de 1 de diciembre. Este fue lo pactado entre Gobierno y las bases de transportadores que hicieron parte de la mesa de negociación.
Teniendo en cuenta que el Gobierno quiere quitarle los subsidios al diésel y así marchitar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), ¿qué tanto servirá subirle al diésel $800 este año para este propósito? ¿Tendrá consecuencias no haberle subido los $1.904 que contemplaba el Gobierno hasta antes del paro de transportadores?
Un estudio del Grupo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, resalta que si bien el fin del paro significó un impacto favorable para la inflación y la actividad productiva, los incrementos al diésel no son suficientes y acentúan los problemas fiscales del país “ante la mayor deuda que asumirá el FEPC”.
Acuerdo tendrá un costo fiscal de $1,1 billones
El Gobierno ha dejado claro que la senda para poner punto final al déficit del FEPC pasa por equiparar el precio nacional de los combustibles con el internacional; esta gesta arrancó en octubre de 2022 y terminó en enero de este año para la gasolina. El aumento en el diésel se aplazó varias veces, entre otras razones, para evitar un impacto en la inflación, además, era claro que el camino para lograr ese incremento sería cuesta arriba.
Con el acuerdo con los transportadores, el precio para los pequeños consumidores subirá $800 este año y seguirá pendiente un ajuste de $5.200, para el que queda un largo camino por recorrer.
Por lo pronto, según el Banco de Bogotá, eliminar un único incremento de $1.904 al diésel y pasar a un aumento gradual de $800 (en septiembre y diciembre) significará un gasto adicional de $1,1 billones.
Según cálculos del Ministerio de Hacienda, el costo fiscal de no haber subido el precio de la gasolina a su referencia global entre 2021 y 2024 sobrepasaría los $75 billones. Afortunadamente, el Gobierno cerró la brecha del precio de la gasolina corriente respecto la cotización internacional a finales de 2023. Con esto, quedó la tarea pendiente en la tarifa del diésel.
Cálculos del Banco de Bogotá sugieren que, si el precio del ACPM se mantuviera sin cambios, suponiendo una tasa de cambio de $4.100 y unos precios internacionales del petróleo Brent de US$72, el gasto del Gobierno para cubrir el déficit del FEPC por el ACPM habría sido de $2,9 billones en los últimos cuatro meses del año.
“El aumento de $1.904 (decretado en un principio) le habría permitido reducir ese gasto a $1,5 billones, representando un ahorro $1,4 billones. Ahora, con solo dos ajustes de $400, el pago rondaría $2,6 billones, una pérdida de $1,1 billones frente al escenario inicial, pero un ahorro de un poco más de $0,3 billones frente al evento de no haber subido el precio”, indica el estudio.
Si bien las recientes caídas en el precio del petróleo le juegan a favor al Gobierno de cara al cierre del déficit del FEPC, la tasa de cambio no está ayudando.
Como lo indica el Banco de Bogotá, “el mejor escenario para la Nación sería el de una caída de la cotización del crudo en medio de una apreciación del peso colombiano. No obstante, a inicios de septiembre las señales han sido contrarias. Los precios del petróleo han retrocedido y la tasa de cambio ha ascendido”.
Según las estimaciones del banco, por cada aumento de $100 de la tasa de cambio, el gasto público adicional por FEPC ascendería en $160.000 millones para los últimos cuatro meses del año. En el mismo lapso, por cada aumento de US$1 en el precio del petróleo Brent, el pago adicional por FEPC ascendería en $76.000 millones.
En la actualidad, se está dando un buen escenario en este sentido, gracias a la caída de los precios del petróleo Brent y el ligero ascenso de la tasa de cambio.
“Si estos dos promedian US$70 y $4.200 en lo que resta del año, el déficit del FEPC totalizaría $5,9 billones en todo 2024, $1,3 billones por debajo del estimado por el Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo: déficit del ACPM de $10 billones y superávit en gasolina corriente de $4,1 billones”, concluye el documento.