Dejar de tener sexo podría generar estrés, malgenio y hasta pérdida de la memoria
La información fue recolectada por un medio estadounidense donde se muestran las duras secuelas que puede tener el cuerpo si ya no hay más sexo.
La sexualidad es un tema que preocupa a millones de personas todos los días, incluso, mueve millonarias industrias en todo el mundo.
No obstante, pocas veces se habla sobre lo que le pasaría al cuerpo si se deja de sostener relaciones sexuales.
Según un artículo escrito por Cristina Fernández Esteban en Bissnes Insider, una compañía estadounidense de medios digitales, las consecuencias podrían ser muchas.
Pérdida de la memoria, cambios de humor, afectaciones en la próstata, pérdida de la memoria, entre otros, podrían ser las causas más duras de dejar de sostener encuentros íntimos.
La atracción, la compañía y el placer físico que conlleva esta actividad favorecen el buen estado de ánimo. A lo que también contribuyen las hormonas liberadas con el orgasmo. Un chute extra de endorfinas, oxitocinas y adrenalinas que están ligadas con la euforia, la sensación de bienestar y la relajación. Ahí la respuesta a por qué te sientes de tan buen humor cuando lo practicas.
No solo mejora tu estado mental. El sexo también puede contribuir a una mejor salud, según ha demostrado la ciencia.
Sin embargo, a pesar de sus beneficios y el placer que proporcione, puede haber épocas sin relaciones sexuales.
El deseo sexual está determinado por muchos factores y puede verse afectado por cosas que estén sucediendo en tu vida. También puede influir tu salud física y mental, que no estés conociendo personas adecuadas o simplemente que no te apetezca. No hay nada malo en no querer practicar sexo.
Pero si sientes la curiosidad saber de qué manera esto puede afectar a tu cuerpo, aquí van algunos efectos que la castidad puede tener en tu organismo.
Dicho esto, muchos de los beneficios de la práctica sexual en la salud están vinculados a las reacciones químicas que conlleva el orgasmo. Algo que puedes obtener tu mismo a través de la masturbación, por lo que es fácil ponerle remedio, si estás pasando un tiempo de “sequía”.
Tu estado de ánimo y tu estrés pueden empeorar
Los orgasmos producen en tu cuerpo una oleada de dopamina y oxitocina. —Si bien la primera es una sustancia química asociada con el placer la segunda es conocida como la “hormona del amor”—
Según explica en Big Think la investigadora y educadora sexual Gloria Brame, “un orgasmo es la mayor explosión de dopamina no inducida por drogas que podemos experimentar”. Lo que claramente potenciará un mejor estado de ánimo.
No solo eso, también puede desempeñar un papel clave en la disminución del estrés, favoreciendo estados de relajación.
Como explica el artículo, la oxitocina reduce el cortisol, hormona del estrés que suele dispararse en momentos de ansiedad, pánico o angustia.
“Al aumentar los niveles de oxitocina y dopamina y posteriormente disminuir nuestros niveles de cortisol, el cerebro se coloca en un estado más relajado, eufórico y tranquilo” tras el sexo.
De manera concreta una investigación señaló que la práctica sexual con penetración ayuda a las personas a lidiar mejor con el estrés.
Tu función cognitiva podría decaer si has pasado cierta edad
Según un estudio de 2018 el sexo parece mejorar el desempeño de las personas en las pruebas de memoria a corto plazo. Por lo que dejar de practicarlo podría comprometer tu capacidad cognitiva a medida que envejeces.
Publicada la revista Archives of Sexual Behavior, la investigación analizó datos de más de 6.000 adultos mayores de 50 años. Los resultados mostraron que una actividad sexual más frecuente se asoció con un mejor rendimiento de la memoria, siendo este vínculo más fuerte entre los participantes mayores.
En 2010, un estudio publicado en PLOS One encontró asimismo que la actividad sexual podría favorecer el crecimiento de células en el hipocampo. Y una encuesta sobre 1.700 personas de entre 58 y 98 años, realizada por la Universidad de Manchester, detectó que aquellas personas activas sexualmente mostraban mejor capacidad cerebral.
Tu sistema inmunológico podría ser peor sin sexo
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Psychology Report el sexo parece potenciar el sistema inmunológico.
Tras analizar a un total de 112 estudiantes, aquellos que tenían más relaciones sexuales (al menos una vez a la semana) mostraban niveles más elevados de inmunoglobulina A (IgA), un determinado anticuerpo vital para combatir enfermedades. En concreto, los niveles eran un 30% más altos que en aquellos que no tenían relaciones.
En 2015 una investigación de la Universidad de Indiana halló que las mujeres sexualmente activas experimentaron mayores cambios en las células T auxiliares, que ayudan a controlar la respuesta inmunitaria del cuerpo, y mayores los niveles de anticuerpos.
En general podrías sentirte menos sano
Dejar de tener sexo también puede reducir tu sensación de bienestar generalizado.
Según un estudio sobre 3.000 estadounidenses de 57 a 85 años, aquellos que calificaron su salud como mala tenían menos probabilidades de ser sexualmente activos.
El amor también resultó estar relacionado con las personas que decían que tenían una salud “excelente” en lugar de una salud “buena” o “mala”.
En hombres mayores podría aumentar el riesgo de padecer disfunción eréctil…
Un estudio de 2008 en el American Journal of Medicine, recogido por Reuters, concluyó que los hombres mayores de 50 años que no eran sexualmente activos tenían más probabilidades de sufrir disfunción eréctil.
El estudio no abordó la cuestión de si la masturbación ayuda a preservar la función sexual masculina. Pero probablemente puede hacerlo, según sugiere en WebMD el urólogo Juha Koskimaki autor del estudio.
“Ambas formas de actividad sexual parecen proteger las fibras nerviosas y los vasos sanguíneos responsables de la función eréctil y prevenir la cicatrización de las áreas dentro del pene que se llenan de sangre para formar una erección”, explica.
Aunque en opinión del portavoz de la Asociación Estadounidense de Urología, Ira D. Sharlip, es más probable que las relaciones sexuales poco frecuentes sean una consecuencia de la disfunción eréctil que una causa.
Entre los hombres del estudio, aquellos “que desarrollaron disfunción eréctil podrían haber tenido relaciones sexuales con menos frecuencia simplemente porque tenían problemas de erección, comenta Sharlip a WebMD.
… y un mayor riesgo de cáncer de próstata (si no te masturbas)
Dejar de tener sexo por un tiempo podría incrementar el riesgo de cáncer de próstata, si tampoco te masturbas. Pues diversas investigaciones han apuntado a que las eyaculaciones frecuentes parecen disminuir la probabilidad de padecer esta enfermedad.
Así lo concluyó un estudio publicado en el BMJ en 2004. De los 50.000 hombres de entre 40 y 75 años analizados, aquellos que afirmaron tener 21 encuentros sexuales o más al mes tenían menos probabilidades de contraer cáncer de próstata que aquellos que informaban de 4 a 7.
Otro estudio de seguimiento de 2016 encontró resultados similares y también una investigación de Harvard.
Aunque como remarca un artículo en Healthline, los datos sobre esto no es clara, ya que, al menos en jóvenes, otro estudio señaló que eyacular de manera habitual podía incrementar el riesgo de este tipo de cáncer.
Tu presión arterial podría aumentar
Un estudio de 2006 en la revista médica Biological Psychology determinó que las personas que tenían relaciones sexuales regulares tenían niveles más bajos de presión arterial que aquellas que no las tenían.
Conclusiones similares encontró una investigación de 2003, según la cual el contacto físico entre parejas ayudaba a tener una presión arterial sistólica más baja ante una situación de estrés.
Incluso podrías sentirte peor en el trabajo
La falta de sexo en tu vida puede incluso tener consecuencias a nivel laboral. Así al menos lo determinó un pequeño estudio de la Universidad Estatal de Oregón (EEUU) por el cual las parejas con una vida sexual activa son mucho más felices en el trabajo.
La investigación realizada estudió a 159 parejas casadas en el transcurso de 2 semanas. Cuando los empleados tenían relaciones sexuales, mostraban mayor satisfacción y compromiso laboral al día siguiente.
Quizá encuentres más difícil conciliar el sueño
Dejar de practicar sexo puede hacerte más complicado dormir bien. Ya que los cambios hormonales que se dan con la actividad sexual parecen facilitar el sueño.
La mezcla entre relajación y sentimientos positivos que obvtienes tras el orgasmo, junto a las sustancias químicas liberadas, favorecen la somnolencia. Además, las relaciones sexuales también ayudan a disminuir los niveles de cortisol, vinculado al estrés, como remarca la Fundación Americana del Sueño.
En concreto para los hombres, un orgasmo reduce la actividad en la corteza prefrontal del cerebro, que es importante para dormir bien por la noche.
Un estudio de 2005, recogido por The Mail, demostró cómo el torrente sanguíneo después del clímax agota el glucógeno de los músculos, produciendo mayor sensación de cansancio.
Podrías empeorar tu genética
Una mayor actividad sexual se relaciona con telómeros más largos, según un estudio publicado en Psychoneuroendocrinology,.
Los telómeros son una parte clave del ADN, cuya función principal es proteger el material genético que porta el resto del cromosoma.
Aunque cabe remarcar que los resultados mostraron una correlación, pero no una causalidad. Es decir, no explicaron el motivo. Por lo que simplemente podría ser que las personas más saludables (con “mejor” ADN) tenían más sexo, y no que el sexo mejores los genes.
Estás perdiendo una de las formas más placenteras de hacer ejercicio y quemar calorías
Piénsalo, qué prefieres, practicar sexo o salir a correr y tener que hacer abdominales.
El sexo quizá no sea la forma más eficaz de perder calorías, si lo comparas con otros deportes (según un estudio en una coito promedio los hombres queman alrededor de 101 calorías y las mujeres 69 calorías.)
Pero sí que te asegura algo de actividad física, sobre todo a medida que cumples años y te vas volviendo más sedentario. Y sin duda ésta es más placentera que el sacrificio que conlleva matarte en el gimnasio.
Es más, una investigación de 2011 determinó que “la actividad sexual en algunas formas tiene un componente de actividad física que podría servir directamente para proteger la salud cardiovascular”.
Si eres hombre, podrías acortar tus años de vida
La actividad sexual parece tener un efecto protector sobre la salud, al menos en los hombres.
Así lo determinó un estudio sobre 918 varones de entre 45 y 59 años que analizó la relación entre frecuencia de orgasmos y mortalidad.
Los resultados mostraron que el riesgo de muerte era hasta un 50% menor en el grupo con alta frecuencia orgásmica frente a que mostró baja frecuencia orgásmica.